Programación Neuro-Lingüística

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jueves, 25 de noviembre de 2010

RELACIONES PADRES E HIJOS USANDO PNL

En algunas ocasiones las relaciones padres e hijos (sobre todo si estos son adolescentes), se parecen a un encuentro de boxeo donde se libra una batalla de opiniones y respuestas en la que el más hábil saldrá victorioso. Cuando te tomas a tu hijo como tu oponente, se crea mucha resistencia y esto provoca tensión entre las dos partes. Es mucho más adecuado si no disientes, ni te opones a tu hijo, sino detectas donde está la resistencia y diriges la comunicación hacia donde él se siente cómodo.
Hay dos puntos importantes que tomar en cuenta cuando se presenta un conflicto con los hijos. Una es la calidad en tu comunicación y la otra es el por qué de la disputa. No importa qué tipo de problema te toque atender (puede ser desde el arreglo de la habitación, que le prestes el automóvil, o las notas de su reporte mensual), la forma como se le enfrenta y se inicia la comunicación debe ser sin resistencia. Desde este momento se debe construir una relación de confianza y seguridad para que tu hijo tenga la oportunidad de valorar en realidad si el conflicto que se ha generado merece la pena convertirse en una “batalla real” o si es posible dialogarlo y llegar a un acuerdo.
Antes de continuar con el tema de la comunicación desde el punto de vista de PNL es importante tener en cuenta que el TERRITORIO es muy importante para saber actuar asertivamente.
Cuando la comunicación se sitúa en tu lugar de padre, en tu territorio, tu habitación, el estudio, la sala, obviamente te sentirás con mayor seguridad y fuerza para el diálogo que si acudes fuera de tu territorio a “un lugar desconocido” (que puede ser el dormitorio de tu hijo, por ejemplo)
Cuando sales de tu territorio, hay mayor estrés debido a que tu hijo estará distraído por “sus cosas” u otros asuntos y TU será parte de la lista de asuntos que atender, más no la prioridad. Lo peligroso en este momento es que te sientas inseguro, menospreciado con baja auto estima y para protegerse actúa con agresividad que arruine la comunicación, piensa en palabras que si no las has dicho tal vez las escuchaste cuando eras adolescente:….”en esta casa mando yo”, “aquí se hace lo que yo digo”, “porque yo lo ordeno”……y la lista puede continuar……
Al estar con tu hijo, dale espacio y no invadas su círculo de seguridad, en promedio cada persona necesita por menos unos 30 cms de espacio alrededor, otras personas requieren de más espacio. Algunos padres que quieren ser muy amables se acercan demasiado, e invaden el espacio vital. Esto los hace sentirse acorralados y sofocados. Esta es una forma de presión que algunos chicos no soportan y salen huyendo. A veces es necesario dar un paso atrás para que no se sientan invadidos, sobre todo cuando estamos en “su territorio”.
Vamos a nombrar algunos consejos desde el punto de vista de PNL que te pueden ayudar a mejorar tus capacidades de comunicación, con tus hijos sobre todo si se presentan conflictos:

Para que el diálogo tenga éxito debes establecer una relación genuina entre tú y tu hijo, una relación de confianza y flexibilidad que debe partir de tí.
El poder de la observación va a ser muy útil en este proceso. Cualquier comportamiento del ser humano está estructurado de una manera específica. Algunas de estas estructuras son el sistema de claves oculares que son brevemente:
Arriba visualiza
A los lados escucha
Abajo a la derecha está en sensaciones
Abajo a la izquierda está en diálogo interno
Y los sistemas representacionales En ambos sistemas nos estamos refiriendo al dominio que tiene tu hijo de ver, escuchar y/o sentir.
Prácticamente todos tenemos esas funciones, sin embargo lo que nos hace únicos y diferentes es la forma como las secuenciamos y cual es más dominante en nosotros.
Cuando tu hijo está en contacto contigo y sobre todo en una situación de conflicto, es importante observar donde está él, si está observando, escuchando o sintiendo…. ¿Necesita tu hijo tocar o moverse? Cuando tu hijo reflexiona, ¿qué está haciendo mentalmente? Y para tomar una decisión ¿qué necesita para tener la confianza y dar paso al diálogo?
Aunado a la observación en cuanto a sus claves oculares y darse cuenta si prefiere ver, escuchar o sentir, también es importante verificar si el lenguaje y tono de voz son congruentes con su propia secuencia.
La persona que tiene una secuencia principalmente visual tenderá a hablar con mayor rapidez que el buen escuchador que cuidará sus palabras al hablar o el kinestésico que estará más enfocado en las sensaciones y por lo tanto su velocidad al hablar será aun menor que los otros dos.
Si quieres lograr confianza genuina con tu hijo, es importante observar cómo funciona él para así entrar en su misma frecuencia y de esa manera entenderse. Si tú eres visual y tiendes a hablar con rapidez y te enfrentas a un kinestésico, debes tener calma y paciencia y hablarle con mayor detenimiento para que tu hijo pueda asimilar la información. Generar empatía con la velocidad de su lenguaje y la manera de ver las cosas será muy favorable para iniciar esta relación de confianza.
Otro punto importante es que la persona visual que muestra sus claves oculares correspondientes, y habla con rapidez, también va a tener un lenguaje muy preciso con expresiones visuales. La estructura está entrelazada y esto te dará una pista más de como puedes tratarlo. La persona visual seguramente contendrá en su comunicación palabras con matices visuales como "quisiera ver", "yo observo mientras tú me enseñas", "sí, ya veo", y preguntas sobre lo que están viendo. El auditivo será más cauteloso en su forma de hablar, sin embargo igual escogerá palabras que lo delatarán como una persona que escucha con calma. Esta persona igualmente ligará el lenguaje con esa parte que predomina en él. Usará términos auditivos como "te escucho, prosigue", "me puedes explicar ", "dime como puede pasar esto". Y la persona kinestésica hará lo mismo con su lenguaje, podrá incluir algo así: "quiero ver si es cómodo", "lo podemos probar", "es práctico y ligero".
Al escuchar las diferentes formas de expresarse, lo importante es olvidarse un poco de cómo me expreso yo y entrar en la frecuencia de la otra persona. Si ti hijo está interesado en una explicación, me voy a la explicación. Si tu hijo quiere tocar y sentir, hay que darle gusto. Y muy importante usar el mismo tipo de palabras que usa tu hijo. Porque las mismas palabras tendrán el sentido que le da tu hijo y palabras similares no siempre tienen el mismo sentido para las personas. Si usas términos visuales, hay que repetirlos pues eso lo va a entender mejor que si se utilizan otras. Al cambiar las palabras ya no tienen el mismo sentido y se sale de la frecuencia de tu hijo Para lograr esto es necesario estar muy alerta y con mucha concentración para seguir a tu hijo con sus patrones lingüísticos.
A estas técnicas de empatizar con el hijo en cuanto a su forma de valorar el mundo externo, si es visual, auditivo o kinestésico, de igualar la velocidad de su forma de hablar, corresponder a su lenguaje con las mismas palabras se le llama ACOMPASAR. Pruébalo y verás que tu hijo se sentirá muy a gusto contigo. Hacer esto como entrenamiento te llevará a instalar un programa automático donde lo podrás hacer sin pensar porque tu mente ya aprendió lo que hay que hacer en cada situación.

Espero sinceramente que estos consejos ayuden a formarte en esa ardua labor de ser padres y te guie en la formación de HIJOS FELICES.
Con afecto,

Dra. Elizabeth Montenegro G.

1 comentario:

  1. Me ha encantado este artículo, me ha sido útil para una plática con padres de familia...esto es lo que me gusta de la PNL...es muy práctica!

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