Programación Neuro-Lingüística

PNL es una actitud
PNL es una metodología.
PNL es una tecnología,
con resultados sorprendentes.
¡¡BIENVENIDOS!!

miércoles, 29 de diciembre de 2010

NUEVAS METAS Y PROPÒSITOS PARA EL AÑO NUEVO USANDO PNL



Cada fin de año suele pasar lo mismo, un cúmulo de metas, ideas, propósitos, etc, que a veces se quedan en eso y otras, en el mejor de  los casos escritas en un trozo de papel; pero van pasando los meses y resulta que nuevamente nos encontramos metidos en la vorágine diaria del trabajo, obligaciones, actividades múltiples… pero es cuando empezamos a realizar la primera evaluación personal después de los deseos de cambio y avance personal que se hicieron aprovechando el comienzo de año. Es entonces cuando entramos mientras va avanzando el año que  las ilusiones se han frustrado, y nos topamos con  la impotencia al ver que no hemos dado prácticamente ni un paso hacia el objetivo propuesto, de la debilitación de la esperanza en nuestra capacidad para “cambiar”.
Empezar un nuevo año como si fuera cualquier cosa, es una torpeza, un nuevo año es un regalo demasiado grande para echarlo a perder.
¿Alguna vez has sentido en lo más hondo de tu ser ese deseo profundo y enorme de mejorar o de cambiar?
El año nuevo es una oportunidad más para convertir la vida, el  hogar, el trabajo en algo distinto. Comienza un nuevo año y con EL, un mundo de oportunidades, se abre ante nosotros. El momento es propicio  para reflexionar internamente sobre experiencias pasadas, situaciones presentes y el porvenir. Para aprender del pasado, disfrutar el presente y construir un futuro mejor.
Algunos errores que cometemos al empezar a establecer metas:
1-  Establecer objetivos de forma genérica sin concretar el resultado final
2 – No establecer un tiempo límite para lograrlo
3 – Preocuparse por cómo conseguir las cosas mientras se establecen las metas.
4 – Plantearnos deseos que están por encima de nuestras creencias.
Pasos básicos para lograr las metas
Una meta debe ser:
CONCRETA. Uno de los grandes errores que se cometen al planificar una meta personal es que no esté bien definida. Se tienen una serie de buenas intenciones pero no se sabe exactamente qué se quiere conseguir. Una meta no puede ser vaga. Por ejemplo, no puedes proponerte “ser más organizado”, durante este año. Tendrías que analizar qué áreas de tu vida, trabajo o lo que sea crees que necesita ser organizada y concretar en qué cosas (mi lugar de estudio, mi agenda de trabajo, etc.). Pero además, una meta debe ser:
MEDIBLE. Debe estar concretada hasta el punto de poder medir si las has cumplido o no, así como medir el avance que vayas teniendo conforme te acercas a ella. Siguiendo el ejemplo anterior deberías preguntarte: ¿cómo sabré que he conseguido tener mi lugar de estudio más organizado? ¿cómo sabré que mi agenda de trabajo o de estudio está bien organizada? Y aquí deberías cuantificar los potenciales resultados, p.ej.: 1. Estar realizando un planning de trabajo, diario, semanal…, 2. Tener los libros colocados en su correspondiente estantería, 3. Tener siempre la mesa despejada con sólo las cosas que esté utilizando en ese momento, 4. Tener un sistema de archivo, etc.
CON TIEMPOS DEFINIDOS. Y en tercer lugar, y muy unida a las dos condiciones anteriores, está el que el resultado medible que te has marcado tenga una fecha final de consecución. “Debo de ver que he conseguido esta meta concreta y que podré medir así: XXX a fecha de 30 de junio, p.ej.”. Ésta es la cara del marcar los tiempo que tiene que ver con definir cuándo piensas conseguirla.
Finalmente, con otro ejemplo intentaré dejar completamente clara la diferencia entre una meta bien y mal planteada en cuanto a estos tres requisitos: concreta, medible y con tiempos definidos. Piensa en el clásico objetivo de final de año como suele ser el “perder peso”. Si una de tus metas para este año es: perder peso, tengo que darte la noticia de que muy probablemente no la verás realizada. Sin embargo, si te la planteas así seguramente tendrás algunas opciones más: Perder 5 kilos de peso dentro de tres meses, y esto conlleva haber perdido A Kg. en el primero y B Kg. en el segundo. Esta meta es concreta, medible y está temporalizada. El compromiso contigo mismo es mayor, el camino está más trazado y tienes pequeñas metas intermedias que te animarán a seguir en el buen camino que estarás llevando.
REALISTAS. Una meta debe ser realista en el sentido de que esté bajo tu control (entendiendo que en esta vida nunca podremos tener todo bajo control, claro). No puedes plantearte conseguir cosas que obedezcan a sueños que bien por falta de capacidades personales, por falta de accesibilidad a ciertos recursos, por problemas en la coyuntura externa o por marcar un tiempo poco realista, no esté en tus manos el hacer todo lo necesario para conseguirlas. Por ejemplo, sería una meta incorrecta que un técnico de una empresa cualquiera aspirara a ser director general en dos años. Ni el tiempo, ni la formación, ni los recursos, seguramente, acompañarían para cumplir esta meta en el tiempo previsto. Pero seguramente, con un tiempo más realista y preparando bien cada paso laboral, formativo y demás sería más accesible.
MOTIVADORAS. Una meta tiene que ser siempre un reto. No podemos tampoco ser demasiado hiperrealistas. Tu límite, como mínimo, tiene que ser el límite de lo que ya sabes que puedes conseguir. Y a partir de ahí proponerte un paso más. Si te fijas en muchas personas que podrías calificar de felices y satisfechas con su vida personal, laboral, etc., verás como suelen vivir buscando superarse un poco cada día. Les atrae avanzar consiguiendo nuevas cosas.
ECOLÓGICAS. Una meta debe ser coherente contigo mismo, con tu misión de vida, con tus valores personales, no contradictoria con otras metas, y en armonía con el entorno en el que has decidido vivir (familiar, amistades, etc.). Si te has propuesto como meta aumentar tu nivel de ventas pero el camino tiene que ver con emplear un tiempo del que no dispones quitándoselo a tu familia (suponiendo que ésta sea un valor importante para ti), difícilmente lo conseguirás. Y de ser así la sensación de bienestar será tan efímera a causa de tu disfunción interna entre valores (trabajo, familia, economía…) que nunca te va a compensar.
POR ESCRITO. Pocas son las personas que viven su vida conforme a unos proyectos establecidos por ellas mismas, pero menos aún aquellas que plasman sus objetivos, así como el camino a recorrer (plan de acción), por escrito. El escribir nuestros compromisos con nosotros mismos tiene una fuerza arrolladora. Si hay algo que es clave para vivir una vida exitosa es la capacidad para liderarse a uno mismo. Muy pocos saben ser constantes en sus compromisos si no tienen alguien detrás que les supervise. Para llegar a un nivel alto de autosupervisión, el ideal que todos deberíamos perseguir, puede ayudar mucho dejarte supervisar por tus compromisos escritos. Es más, el poder revisar tus metas y el plan de acción que has preparado con ellas por escrito de forma periódica te ayuda también a no perder el enfoque, la dirección, tan fácilmente.
EN POSITIVO. Tus metas deben estar redactadas en positivo. ¿Qué quiere decir? Pues que no es un buen planteamiento el definir tu meta como: “no ser tan grosero”, “no ser tan desorganizado”, “no equivocarme tanto a la hora de gestionar tal o cual tarea”, etc. El enfoque positivo siempre ayuda a pensar hacia adelante. “Voy a ser más amable”, “voy a mejorar mi nivel de organización personal” ,etc. (sin olvidar que ya hablamos de que deben ser más concretas, por supuesto).
Además, a nivel inconsciente, la ayuda que te proporcionas pensando en positivo puede ser considerable. Según parece el inconsciente no entiende la palabra “no” –la negación de un concepto-, sólo capta los conceptos en sí. Por tanto, si tú te repites continuamente: “no voy a ser desorganizado” sigues machacando tu subconsciente con la palabra “desorganizado” (y esa influencia no es nada positiva en cuanto a tu credibilidad en tus posibilidades. Un ejemplo simpático (como siempre con el riesgo de ser demasiado simplista) te ayudará a entender esto. Imagina a alguien subido a una silla mientras hace un arreglo en una bombilla en el techo. La persona está tranquila, pero tú, con toda la buena intención, le dices: “ten cuidado no te vayas a caer”. Tu buena intención en más de un caso lo que hará es que la persona, aún sin estar pensando que se va a caer, empiece a estar más inseguro sobre la silla. Su inconsciente ha empezado a trabajar con las palabras “cuidado”, “caer”, etc.
En este sentido, si quieres ayudar a tu subconsciente, será mucho más efectivo si planteas tus metas como si ya las hubieras cumplido. Llega el nuevo año y te planteas tu meta diciendo: “Soy amable con los que me rodean, y esto es así porque lo demuestro actuando así y así y así (y haces una lista de situaciones cotidianas concretas), o “soy una persona organizada, pues mi organizo mi día, mi vida, etc, así y así y así”. Conectas tu meta en positivo con tu plan de acción. Esto, además de ayudarte aumentará tu motivación porque sabes que si vives como has definido estarás confirmando que tu cambio ha sido real. Estarás disfrutando desde el primer día cada paso que des en dirección a tu meta porque simplemente será “confirmar quien has decidido ser”.
IMAGÍNALAS a través de la visualización. Por último animarte también a que tengas momentos en los que te imagines viviendo con esa/s metas cumplidas. Este es un ejercicio muy útil para mantenerte continuamente en un nivel alto de motivación. Hazlo periódicamente. Piensa durante unos minutos cómo sería tu vida habiendo conseguido aquello por lo que te estás esforzando, ¿qué emociones experimentarías?, revívelas, ¿cómo reaccionarían las personas que están contigo?, incluso piensa con todos tus sentidos, imagina uno de esos momentos y piensa en qué verías, qué olerías, etc. Y pregúntate también: ¿cuál es el “objetivo” del objetivo, de la meta? (o sea, ¿qué necesidad cubrirá?, ¿qué carencia suplirá?, ¿qué me va a aportar realmente el conseguir esto?, ¿por qué me hace ilusión?, etc.)
Si haces esto a la vez que estás trabajando en tu plan de acción, el empuje para seguir y la creatividad que generarás en ti en cuanto a buscar nuevas alternativas para avanzar más rápido o sortear problemas será impresionante. Eso sí, si solo son sueños que no van acompañados de trabajo diario te alejarás más de la realidad, y te convertirás en un soñador vacío.
Finalmente, para no cansarte más quiero agradecerte por haber compartido conmigo estos meses, por haber leído los artículos que con tanto aprecio he escrito para ti con el propósito de que te sirvan en la labor de ser padre, madre, hijo, etc…. Y mi compromiso de este nuevo año acompañarte con nuevos, interesantes y prácticos temas que espero los disfrutes.

Para este nuevo año  deseo para ti:

Un poco de amnesia para olvidar los rencores, tristezas y malos momentos.
Fortaleza y sabiduría para poder afrontar los problemas y aprender de ellos.
Mucho tiempo para disfrutar en familia, para los amigos, para tí.
Salud para poder realizar todo lo que te propongas.

FELIZ 2011!!!!

Con cariño
Elizabeth

martes, 14 de diciembre de 2010

JUGUETES PARA CADA EDAD: OPCIONES PARA REGALAR A LOS NIÑOS EN NAVIDAD

 
La Navidad está a las puertas, y es usual que los padres se preparen para cumplir los deseos de sus hijos, a nombre del niño Jesús, de Papá Noel, de Santa…. el próximo 24 de diciembre.
No todos los juguetes ni todos los niños son iguales. Es por tanto necesario "conocer al niño" como condición imprescindible para acertar la selección de sus juguetes
En la mayoría de los casos, el juguete de moda no es el más adecuado. Por eso, papá y mamá tienen la labor de elegir el mejor obsequio para los pequeños, teniendo en cuenta su desarrollo y su etapa de crecimiento, sin olvidar la seguridad. De esa forma, podrán sacarles provecho y disfrutarlos mucho más. En cambio, si están por encima de sus capacidades, puede que no les pongan atención, no los usen correctamente o afecten su autoestima porque se sienten incapaces.
Precisamente, los empaques de los juguetes generalmente traen un rango que muestra la edad a la que están dirigidos y es importante fijarse en él antes de hacer una elección. También es recomendable tener en cuenta el nivel de aprendizaje del niño, pues no todos tienen el mismo desarrollo.
 JUGUETES PARA CADA EDAD
De los 0 a los 9 meses los regalos más indicados son aquellos que llaman la atención de los sentidos, sobre todo los que tienen colores y texturas. Además, deben ser manipulables, sin ser muy pequeños porque el niño puede tragarlos y ahogarse. En general, deben ser juguetes que incentiven la estimulación oral y sensomotriz.
Algunas opciones pueden ser las pelotas, las bandejas de actividades con sonidos, caminadores de empujar, pero no en los que el menor queda sostenido porque son peligrosos y limitan el desarrollo; sonajeros y juguetes que estimulen el gateo (alrededor de los 8 meses). También se le puede dar al niño su primer muñeco, para que empiece a familiarizarse con un personaje. Eso sí, debe tener los ojos cosidos para evitar que se caigan y se los trague.
Los libros también son una excelente elección para regalar. Preferiblemente que contengan rimas e imágenes grandes y no estén muy cargados de texto. Es mejor que las páginas sean de cartón grueso o tela para que el niño las pueda manipular y morder.
Entre los 9 y los 18 meses los mejores obsequios son los que muestran una causa y efecto y les ayudan a resolver problemas, como aquellos en los que tienen que insertar figuras geométricas o tocan la imagen de un animal y suena.
Al año y medio se vuelve muy importante el juego simbólico. En esta etapa son fundamentales los juguetes representativos, por eso, es ideal regalarle el kit de médico, constructor, cocinero o artista, pues le ayudará a entender cómo funciona el mundo.
También tenemos aquellos juguetes que les permitan relacionar hechos: para golpear, meter, sacar, lanzar, apilar y hacer torres, experimentar, etc. Los últimos dentro de esta gama son los que estimulan la imitación de acciones simples, es decir, títeres, teléfonos, coches para empujar, entre otros.
 Desde los 3 años, los pequeños deben desarrollar la imaginación en sus juegos y los disfraces son perfectos para estimular esa facultad. De esa forma, pueden convertirse en superhéroes o con cubos de madera armar un castillo y transformarse en caballeros o princesas. Todo lo que tenga movimiento, que implique moverlos, que ellos puedan hacer algo con ellos, como interactuar. Por ejemplo, un tambor, un juego de carpintería, pizarrones. Se puede empezar con los bloques grandes para armar.
Prescolares. El niño de 5 años habla perfectamente y está insertado en un intensivo proceso de socialización, va al preescolar, sueña con monstruos, algunos dominan un idioma y medio y ya pueden jugar a un montón de juegos, como los de ingenio simples, de lógica binaria, es decir juegos para jugar entre dos. Los disfraces “son muy importantes, y a los 5 años les encanta. Pero, las casitas de las Barbies son caras y salvo que se las armen atrás del jardín, que encuentren un escondite secreto, todo lo que venga armado desde el marketing es aburrido y no se usa.
Triciclos, bicicletas, patinetas, etc. A los 6 años, un chico tiene que saber andar en bici sin rueditas y nadar desde los 3-4 años. Hasta los 10 años se recomienda la natación, porque termina de automatizarse el mecanismo de la respiración. Los triciclos reemplazan a los anteriores andadores, y se pueden comprar a partir del año uno que sea seguro, cuando el chico tiene deseo de moverse y caminar.
 6 y 7 años. En esta edad ocurre el ingreso a la primaria. Con los juegos regalados que antes no se enganchaban, ahora empiezan a atraerles. En relación a la lectura, la mejor manera de estimularlos es leyéndoles cuentos, si van a ver una película, abrir la posibilidad de la expresión verbal. Ayudarlo al niño cuando las palabras les resultan difíciles.

A medida que los chicos crecen, se abren más posibilidades de juego y expresión. Los más grandes se aburren con el juego que hasta no hace mucho los tomaba por completo. Buscan tecnología, música, indumentaria, si se acercan a la pubertad. Todavía les llama la atención los  juguetes que se relacionan con el aire libre pero son un poco más complejos y costosos; aquí podemos elegir bicicletas especiales, juegos de mesa, patines, juguetes de experimentación e investigación del medio natural, binoculares, camping, etc.
Consejos prácticos
  • Hay que partir de las necesidades y preferencias del niño, y no de los gustos del adulto.
  • No se deben comprar juguetes que fomenten comportamientos agresivos, sexistas o intolerantes.
  • Es necesario tener en cuenta la edad del niño y sus peculiaridades.
  • Los juegos deben convertir al niño en el protagonista, potenciándole la imaginación y la creatividad o cualquier otro aspecto de su personalidad.
  • Los que sirven para que los padres también compartan las experiencias lúdicas resultarán muy beneficiosos para fomentar una mejor relación con los hijos.
  • Todos los juguetes son igualmente recomendables para niños o niñas. Desarrollan funciones diferentes que ayudarán a que sean personas más completas.
  • Es necesario valorar críticamente el aspecto del juguete para prever su duración y adecuación al juego. Deben ser sólidos, seguros, asépticos y duraderos.
Categoría de los juguetes
  • Sensoriomotrices: son los que se utilizan básicamente en los primeros 18 meses. Están dirigidos a la parte sensorial. Se caracterizan por tener olores, colores y desplazamiento.
  • Representativos: se utilizan a partir del año de edad. Son aquellos que representan un objeto de la realidad, como por ejemplo un carro, la casa o la muñeca.
  • Construcción: aquellos para armar y construir, como los bloques o los rompecabezas.
  • Locomoción: sirven para trasladarse de un lugar a otro, como el triciclo, la bicicleta o los patines.

Sobre ruedas
Los triciclos, los patines y las bicicletas están, por lo general, en las listas de regalos de los niños. Sin embargo, muchas veces los padres los dan a edades inadecuadas, sin tener en cuenta el desarrollo de su hijo.
Los triciclos son recomendables desde el año y medio de edad, pero deben ser aquellos que se empujan con los pies. A los 2 años, cuando entiendan el movimiento de pedalear, ya pueden usar los que traen pedales.
Los patines, por su parte, son aconsejables a partir de los 4 años, teniendo en cuenta los parámetros de protección como el uso de casco, muñequeras y rodilleras.
Las bicicletas, en cambio, se deben regalar después de los 5 años de edad, pues antes el niño podría no disfrutarla porque no tiene el equilibrio necesario y posiblemente no alcance a pedalear.

Otros juegos
Los juegos con instrucciones son adecuados a partir de los 4 años, cuando los niños ya están en capacidad de seguir órdenes sencillas y entienden el transcurso del pasatiempo. Igualmente, es importante fijarse en el rango de edad que sale en las cajas.
Los rompecabezas son una opción didáctica para regalar. En los primeros 10 meses se le deben dar al niño aquellos que sólo son de dos piezas y tienen un pin para agarrarlas. Después de los 3 años, el pequeño ya puede jugar con más de 15 fichas.
 Realidad virtual
Los juegos de video son muy apetecidos por los niños, pero no siempre son una buena elección. Por eso, los padres deben tener en cuenta ciertos parámetros antes de darle a su hijo este tipo de obsequios.
Antes de los 4 años los menores no entienden la diferencia entre realidad y ficción y estar en contacto con software interactivo los podría confundir, hasta el punto de ocasionarles un trastorno.
Lo mismo ocurre con los computadores, aunque después de los 4 años ya es adecuado que interactúen con programas educativos, por breves periodos de tiempo, que les enseñen los colores, los idiomas y las figuras.
Pero recuerda que el juguete en sí no es lo importante en estas fechas, lo importante es enseñar a nuestros hijos el VERDADERO SENTIDO QUE LA NAVIDAD TIENE pues si, vamos a festejar el nacimiento y la llegada de Jesús a la tierra, aquel quien representa para muchos personas, el sustento espiritual y en donde desembocamos nuestra fe, alegrías, tristezas, agradecimientos, peticiones y culpas; alguien que es fiel representante de la nobleza, la sencillez, sabiduría, el sacrificio y quien posee en su plenitud, el maravilloso don de amar y perdonar. A Él, para ÉL y por Él es el festejo.
 No te olvides eso es lo fundamental en estas fechas!!!!! Solo entendiendolo tiene sentido la NAVIDAD

Con mucho afecto

Dra. Elizabeth Montenegro G.

jueves, 9 de diciembre de 2010

ESTRATEGIAS DE PNL PARA NEGOCIAR CON LOS HIJOS


Una de las mayores dificultades con la que los padres nos encontramos cuando nuestros hijos crecen, es la manera de comunicarnos con ellos, sabemos que muchas veces los consejos, las palabras, las órdenes, las peticiones que les damos no hacen eco en ellos. Y en ocasiones hasta pueden generar “rechazo” A nadie le gusta el rechazo. El rechazo te puede generar inseguridad, miedo, baja autoestima y estas son barreras para una comunicación eficaz. Es importante que sepas manejar el rechazo en el sentido de que no te afecte, no es contra tu persona el rechazo. Recuerda, es parte de la edad, del crecer y tratar de mostrarse como una personita autónoma e independiente.
Lo primero que tienes que hacer para lograr una comunicación eficaz con tu hijo es “observarlo” y darte cuenta si tu hijo es visual, auditivo o kinestésico para poderlo acompasar y crear un ambiente de confianza y seguridad.
Ahora vamos a hablar del lenguaje. Las palabras que usemos pueden ayudar a construir esta relación o la pueden derribar. Un padre inflexible, intolerante y totalmente enfocado en lo suyo puede fácilmente tirar por la ventana la comunicación con su hijo. Y el lenguaje es responsable de atraerlo o alejarlo.
Vamos a ver las palabras que crean resistencia, las que destruyen. Voy a enseñarte a preguntar antes de ofrecer, pedir, ordenar  y también a aplicar la estrategia de Robbins llamada “marco de transigencia” y finalmente a usar los dos hemisferios cerebrales en una negociación y sus beneficios.
Palabras que crean resistencia: ciertamente, indiscutiblemente, siempre, nunca, absurdo, todos (as), nada, nadie, absolutamente, son palabras que no ofrecen opción ni alternativa, son palabras definitivas. De manera que si yo como padre las uso contra la opinión de mi hijo pues le estoy dando con el mazo en la cabeza y forzando la conversación por mi manera de usar las palabras. Porque “todos” son “todos” y “siempre” es “siempre”. Y realmente hay muchas formas de ver las cosas y formas de plantearlas. Es mejor utilizar frases como: “en algunas ocasiones”, “algunos amigos”, da una sensación de flexibilidad y apertura a más diálogo.
La otra palabra altamente destructiva es el “pero”. Cómo nos sentimos cuando nos dicen: “es verdad, pero…”, “tiene usted razón, pero…” en realidad lo que esto quiere decir es que no es verdad y que no tengo razón. Te estás oponiendo abiertamente a su opinión y en la comunicación eso no es lo que quieres hacer porque creas resistencia, acuérdate no es un encuentro de box.
Es mucho mejor estar de acuerdo con tu hijo en lo que dice y acompasarlo y empatizar con él. Pero también puedes ofrecer tu opinión para que vea un panorama más amplio como: “es verdad lo que tu dices y permíteme añadir…”, “tienes razón en eso y además hay que tomar en cuenta…” De esta manera estamos añadiendo más información a la que ya tiene nuestro hijo en vez de descalificarla o eliminarla con el “pero”. Si estás de acuerdo con tu hijo, él se va a relacionar contigo en forma positiva y así comienza la confianza. Si tu hijo confía en ti será un mejor escucha y te dedicará el tiempo que necesites para conocer lo que le ofreces, lo que le pides o le que quisieras que él haga.
Otro consejo para negociar consiste en evitar suponer cómo es tu hijo y qué necesita, es cierto tú lo conoces, pero recuerda que está creciendo y ha cambiado, posiblemente debes nuevamente tomarte el tiempo para reencontrarte con él, descubrirlo, RECONOCERLO. Antes de lanzar todos tus argumentos, averigua la posición de tu hijo. Para averiguar haz preguntas, que además crean empatía.  Veamos algunos ejemplos con situaciones cotidianas, supongamos que se trata del uso de su celular, averigua para qué lo usaría mayormente. No supongas que es para estar en contacto con la familia o con sus amigos, cuando puede ser que en realidad lo que quiere es escuchar la música que en él ha guardado.  Si se trata de un computador, pues averigua cuáles son sus mayores necesidades, en qué lo usaría y así puedes ofrecerle el que más le convenga, puede ser una laptop, una netbook o un computador de escritorio…. De esta manera tu hijo se da cuenta que estás en realidad interesado en su bienestar y en que tome buenas decisiones.
Durante una conversación o negociación, sobre todo con un tema que se ha tornado difícil y para el cual en ocasiones los adolescentes no ofrecen mucha apertura o asumen una posición  un tanto negativa, puedes utilizar la estrategia del “marco de transigencia”, llamada así por Anthony Robbins, experto en PNL, y aunque él lo utiliza o lo aplica en las ventas, sirve muy bien para el caso de negociar con nuestros hijos, pues al fin y al cabo lo que estamos tratando de hacer es “venderle nuestra idea”…. Él dice que no hay clientes resistentes sino vendedores inflexibles. Si el cliente es difícil u ofrece mucha resistencia te recomiendo usar esta estrategia. La estrategia consiste en incluir tres frases en diferentes momentos y estas son: “lo aprecio y…”, “lo respeto y…” y “lo admito y…”.
Estas frases se usan exactamente para no crear conflicto, y abrir una puerta de posibilidades. Una opinión por supuesto puede ser apreciada, respetada y admitida. Hay que recordar que todos somos diferentes personalidades y filtramos el mundo en forma diferente. En vez de pelear o rebatir, es mejor estar de acuerdo y añadir la información que uno tenga que pueda ser de interés para el joven. Si usas estas frases con adolescentes resistentes verás que al final saldrán muy contentos por el trato que les diste, ellos fueron a pelear y salieron contentos.
Otro detalle que hay que tomar en cuenta es el uso de los dos hemisferios en una negociación o en un conflicto. El derecho y el izquierdo. El lado izquierdo se dedica a lo serio, a los números, lo lógico, lo intelectual, es la parte razonadora que analiza las diferentes situaciones. El trabajo del hemisferio izquierdo es filtrar la información, examinarla, verificarla y es el que pone obstáculos, y también es el que previene posibles problemas. En las negociaciones es importante usar el hemisferio izquierdo porque allí está gran parte de la información que deberá ser filtrada y analizada por tu hijo. Por otro lado también es bueno hacer uso del hemisferio derecho que es el creativo, intuitivo, emocional, juguetón, el que hace chistes. Al hablar con tu hijo aunque sea una situación tensa, es bueno ser formal  (hemisferio izquierdo) y también es bueno ser creativo y hacer algún chiste para romper el hielo (hemisferio derecho) y crear con mayor facilidad una apertura y acercamiento. El hemisferio derecho te sirve para intuir cómo está en ese momento tu hijo, explorar en una forma relajada sus necesidades.
Usar los dos hemisferios te va a dar un mejor equilibrio en tu comunicación y en tu personalidad. Lo importante es no ser totalmente rígido y razonador y tampoco un relajo andante, sino de crear un balance en tu discurso y darás una impresión de mayor flexibilidad de tu parte hacia tu hijo.
Estos consejos que en ocasiones son un tanto complicados de aplicarlos solo empezarán a surtir efecto cuando TU empieces a cambiar tu marco de referencia, y a abrirte a estas nuevas posibilidades.
Espero que sean de utilidad y los aproveches, mi interés es que juntos padres e hijos vayan avanzando acompasadamente en este camino de crecer…
Con afecto,

Elizabeth Montenegro G.